“Sois socialistas, no para amar en silencio vuestras ideas, ni para recrearos con su grandeza y con el espíritu de justicia que las anima, sino para llevarlas a todas partes”. (Pablo Iglesias)
Aunque la actualidad invita a hablar sobre la posibilidad de que el principal partido de la oposición haya sido espiado, no lo voy a hacer. Doy por sentado que un Partido que por espiar ha espiado hasta al Rey, no ha tenido, ni tiene (y si no se da un golpe de timón en el PSOE), ni tendrá, el más mínimo reparo en volver a hacerlo: la cabra tira al monte.
No nos engañemos, un Partido cuyos simpatizantes en el sentido lato, están a favor del uso alternativo del derecho, es un partido deshecho. Traduciendo qué significa ese “uso alternativo del derecho” es, en esencia, utilizar el derecho como a uno le viene en gana. Uno de los Magistrados que se ha mostrado más partidario de esta forma de entender el derecho es D. Baltasar Garzón, que como no podía ser de otra manera, ha terminado siendo acusado de prevaricación. Y es que prevaricar, prevaricar, ha prevaricado a pleno pulmón en los últimos tiempos creyéndose amparado por el Presidente del Gobierno. Ahora le están buscando una salida digna para cuando este proceso quede en nada, porque condenar a Garzón, es casi imposible.
El otro día hablaba con un viejo socialista que me manifestaba que el Partido se había convertido en un partido de ricos. Es cierto, el Partido Socialista es tan burgués como el Partido Popular, carente de ninguna ideología en concreto y sí más bien de intereses puntuales a los que atiende sin importarle si es “gato blanco o gato negro”... No hay ideas. Si hay grandeza es en la amoralidad de las propuestas que lanzan y el espíritu de justicia ha muerto a manos de lo peor del Partido, dándome igual que sean masones o no.
El otro día dijo
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