Estimados amigos:
Vivimos
momentos históricos. Mañana nos jugamos una parte importante de nuestro futuro
en Grecia, cuna de la democracia. Y aunque anestesiados con la Eurocopa, unos
señores a los que no hemos elegido, diseñan nuestro futuro sin importarles lo
más mínimo nuestro sufrimiento y el de nuestros hijos.
Si Rajoy fuera el líder que
necesita España en estos momentos, ayer le hubiera dicho a Lagarde que cuando quisiéramos
su opinión, se la pediríamos; que España es un país soberano y que no admitimos
injerencias de nadie. Si tiemblan ante una economía que no representa ni el 2%
del PIB de la Unión Europea, ¿de verdad quieren jugar con España? ¿Dónde está
nuestra dignidad como españoles?
Siempre
he pensado que es una inmoralidad pagar nuestras comodidades a costa de
nuestros hijos; en esencia eso es la deuda pública: gasto hoy y pago mañana.
Eso no puede ser, salvo en circunstancias excepcionales. Así que la Regla de
Oro de la Hacienda Pública (el equilibro presupuestario) se impone como una
exigencia moral. Es por ello necesario que ya, hoy, pongamos coto a nuestros
propios desmanes y el más grande de todos es un Estado autonómico que no nos
podemos permitir, porque la conclusión es que vivirían una pléyade de políticos
a tus espaldas, mientras tú y tus seres queridos, yo y los míos, quedaríamos
reducidos a la pobreza, y el Estado de bienestar destruido.
Para
nosotros esa es la partida. Si jugamos a otra cosa (las cosas del PP-PSOE) siempre
perderemos y llamaremos a lo que no es,
como lo que es, y no saldremos con bien de esta gran mentira.
También
debemos recuperar el Estado de Derecho y no esta podredumbre corroída hasta el
tuétano a lo que llamamos Justicia. Os
pongo un ejemplo dinerario. Cuando el Banco de España era el Banco emisor y la
emisión de moneda una alta prerrogativa
de las Cortes hubo un señor que fue condenado cuando robó dinero de la
Fabrica de la Moneda por alterar moneda legítima. Como la casualidad quiso que
parte de ese papel moneda cayera en mis manos, se lo mandé a la Comisión Permanente de Peticiones del Senado
preguntando por qué habían condenado a VLF por alterar moneda legítima si según
el art. 284 del Código Penal de 1973 era evidente que aquello era absurdo.
¿Creéis que me investigaron? ¿Qué me preguntaron si sólo tenía el papel moneda
que les había enviado o tenía millones de pesetas más en mi poder? Nada…
(igualdad ante la ley). Debe ser que las Cortes también me invistieron de la
prerrogativa de poder emitir ese dinero, porque nunca nadie me dijo nada. VLF
terminaría siendo indultado. ¿Creéis en el Estado de Derecho? Ante la duda
preguntádselo a Dívar.
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