Carlos García Andoin vendió a Cristo por una silla en Ferrat. Es triste pero es así. En concreto, en el tema del aborto, de tanta actualidad, no me imagino a Cristo apoyando una ley de plazos, o que se vendieran sin receta en las farmacias abortivos a las menores o que abortaran las niñas sin ponerlo en conocimiento de sus padres.
Es triste depender para comer, o para satisfacer tus aspiraciones políticas, tener que renunciar a lo mejor de ti. Pero a D. Carlos parece no importarle demasiado y ahí está, apoyando

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